Transilvania, mi lugar favorito
Transilvania
Llena de leyendas, historia, castillos, cultura y mitos... Letreros de las ciudades como en Hollywood en cada ciudad.
Viajar a Transilvania, como dije anteriormente, desde el tren de Bucarest es muy sencillo, económico y relativamente rápido.
La parada más recomendada para llegar desde Bucarest a Transilvania es Brasov.
Transilvania es una provincia de Rumanía que incluye diferentes pueblos muy interesantes para visitar, mis preferidos son Brasov, Rasnov, Bran, Poiana Brasov y, sin falta, Sinaia.
Paso a explicarlos:
Brasov
He tomado esta foto prestada de una página web que ofrece tours en español por la ciudad de Brasov por 15€, ya que me parecía perfecta para mostrar lo increíblemente bonita que es esta ciudad.
Lo que más me llama la atención de Transilvania, es que en cada ciudad podréis encontrar en lo alto de la montaña un letrero estilo Hollywood con el nombre de la ciudad en la que os encontráis.
Brasov es una ciudad muy bonita. Podéis pasear tranquilamente por ella ya que el ajetreo y movimiento de vehículos y personas en Transilvania es mucho menor que en la capital del país (Bucarest).
La iglesia negra (Black Church) que podéis ver en la foto, es muy bonita de ver, incluso sólo por fuera, y se encuentra prácticamente en el centro de la ciudad.
Justo después de la iglesia, a unos 50 metros, podréis encontrar la plaza principal de Brasov (Piata Sfatului) donde veréis multitud de restaurantes y bares acogedores a los que poder ir.
Dónde comer
En Brasov (al igual que en toda Transilvania) hay muchísimos restaurantes de todo tipo donde poder comer muy bien y por un precio moderado.
En cuanto a algo típico, nosotras visitamos la Casa Romaneasca, dejo su página web aquí. Hay comida típica, carne, patatas, etc. No es muy caro y es un lugar bastante típico. La comida estaba muy buena y el servicio también fue excelente.
Rasnov
Rasnov es un pueblo que te puede pillar de paso si vas desde Brasov hasta Bran. Lo más (y único) interesante que ver en Rasnov es su fortaleza.
Es denominada "Ciudadela de Rasnov", no es tan famosa como el Castillo de Bran, del Conde Drácula, pero merece la pena pararse a verla.
Esta fortaleza fue construida por los Caballeros de la Orden Teutónica hacia el 1225, aunque la primera referencia documentada es de 1335, y está relacionada con las invasiones tártaras.
Esta ciudadela resistió el asedio otomano en 1690, un incendio en 1718, un terremoto en 1802 y un último sitio en 1848, tras lo cual sería definitivamente abandonada. El gobierno comunista la recuperó prácticamente en ruinas a mitad del siglo XX y hoy su uso es exclusivamente turístico.
Dentro de esta fortaleza podréis encontrar casas de piedra antiguas, zonas de defensa, amurallamientos, pozos, pequeños negocios locales y, sobretodo, una preciosa vista de toda la ciudad de Rasnov desde aquí.

Bran - Castillo del Conde Drácula
Después de Rasnov, se llega a la ciudad de Bran, donde se encuentra el famoso Castillo de Bran, perteneciente al Conde Drácula.
Fue una experiencia increíble visitar este castillo y la pequeña ciudad de Bran estando parcialmente nevada, eran imágenes preciosas que se han quedado grabadas en mi retina porque muchas veces, por muchas fotos bonitas que intentemos hacer, nada se iguala a la sensación que sientes en estos momentos tan especiales.
La ciudad de Bran, se encuentra en la frontera con Valaquia, otra provincia Rumana, al igual que Transilvania. Bran se encuentra en plenos Cárpatos transilvanos. Bran tiene un total de 5.100 habitantes.
La primera vez que fui, llegué gracias a la excursión de Civitatis, y la segunda vez fui desde Brasov hasta Bran en Uber. Sino, no es muy fácil llegar hasta aquí.
El Castillo de Bran, es una fortaleza medieval que la leyenda cuenta que perteneció al famoso Vlad Tepes, el empalador, también conocido posteriormente como Drácula, aunque a día de hoy se desmiente que haya vivido realmente aquí.
Esta fortaleza está construida encima de una roca a 200 metros de altura. El castillo alberga unas 60 habitaciones a las que se llega a través de sinuosas y estrechas escaleras que crujen debajo de tus pies a medida que vas andando.
De 1920 a 1957 este castillo sirvió como residencia real, ya que el pueblo de Brasov se lo regaló a la Reina María de Rumanía. Actualmente es un museo abierto a los turistas, que realmente merece la pena visitar, yo lo hice en dos ocasiones.
Horario de apertura:
- Del 1 de Abril al 30 de Septiembre: Lunes de 12:00h a 18:00h y de Martes a Domingo de 9:00h a 18:00h.
- Del 1 de Octubre al 31 de Marzo: Lunes de 12:00h a 16:00h y de Martes a Domingo de 9:00h a 16:00h.
Precios:
- Adultos: 35 LEI (7€)
- Mayores de 65 años: 25 LEI (5€)
- Universitarios: 20 LEI (4,14€)
- Resto de estudiantes: 7 LEI (1,50€)
Poiana Brasov

Poiana Brasov es una estación de esquí a 12 km de Brasov. Nosotros fuimos a la vuelta de Bran, como teníamos que volver a Brasov, aprovechamos pasando por otro camino para llegar también aquí.
Si vas en la época que tiene nieve, es muy bonita. Sino, pierde bastante encanto.
Esta estación se encuentra en los Cárpatos meridionales, a una altura de 1.030 metros sobre el nivel del mar.
Es importante ir por la mañana, ya que suele cerrar alrededor de las 17:00h de la tarde.
Las dos veces que yo visité Poiana Brasov, la estación estaba cerrada. Por lo que sólo visité los alrededores y aproveché las vistas, pero nada de intentar esquiar. Aún así, no debe ser muy caro, al igual que el resto de Transilvania y Rumanía.
En Uber es muy cómodo y económico llegar hasta aquí, o sino hay varios autobuses que suben hasta la estación desde Brasov.

Sinaia
Sinaia, como siempre digo, es la parte más bonita de todo el país.
Nosotros fuimos desde Bucarest a Sinaia en tren. Fueron unas 3 horas de viaje, y nos costó unos 50 leis (unos 10€ aproximadamente). La estación de tren es muy pequeña pero muy bonita, ya que es muy antigua y acogedora, además no pasan muchos trenes.
Lo más bonito de Sinaia, son los bosques que hay alrededor de ella. Ismael y yo decidimos meternos en uno de los bosques y andar hacia dentro, algo un poco temerario teniendo en cuenta que está lleno de osos pardos (cosa que recordamos cuando estábamos ya en el interior del bosque). Así que nos dimos media vuelta para salir de allí.
En Sinaia, aparte del paisaje, hay muchas cosas que ver tales como el Monasterio de Sinaia o el Castillo Peles. Para cualquier cosa que quieras ver, vas a tener que andar cuesta arriba un buen rato, a no ser que decidas coger un autobús. Nosotros lo hicimos a pie para hacer un poco de senderismo mientras disfrutábamos de las vistas de esta preciosa ciudad.
Castillo de Peles
En rumano, Castelul Peles, es un palacio construido entre 1873 y 1914. Se convirtió en uno de los monumentos más importantes de Europa del siglo XIX. Fue el primer castillo de Europa en tener electricidad y ascensor.
El príncipe Carlos, que fue elegido rey de Rumanía en 1866, visitó por primera vez Sinaia en agosto de ese mismo año, quedó maravillado por la belleza que desprende aquel lugar. En aquel entonces Sinaia era un pequeño pueblo de monte denominado Podul Neagului. El rey quiso construir su castillo en un lugar tranquilo y poco habitable y escogió aquel pueblo.
En este castillo se llevaron a cabo importantes reuniones políticas, como el Consejo de la Corona desde 1914 (cuando se decidió la neutralidad de Rumanía en la Primera Guerra Mundial, que acababa de comenzar) y 1925.
El castillo Peleș se considera el segundo museo más buscado entre los turistas de Rumania. El primero es el Castillo de Bran. En 2009 pasaron por él más de 300 000 visitantes de todo el mundo.
Precio:
- Adulto: 30 leis (unos 6€ aproximadamente)
- Estudiantes: 7,5 leis (1,55€ aproximadamente)
Horario de apertura:
- Desde el 15 de mayo hasta el 16 de septiembre:
De martes a domingo: de 9:15 a 16:15 horas (miércoles abre a las 11:00).
Lunes: cerrado.
- Desde el 17 de septiembre hasta el 13 de mayo:
De miércoles a domingo: de 9:15 a 16:15 horas (miércoles abre a las 11:00).
Lunes y martes: cerrado.